Sobre Atenco
«Qué se puede decir de un sistema judicial que no castiga a los asesinos, torturados y violadores de Atenco?
Qué se puede decir de un sistema judicial que inventó una "verdad histórica" para los jóvenes de Ayotzinapa? Qué de quienes hablan de las "impolutas" acciones del ejército? Qué de quienes no investigan fosas, o criminalizan a las víctimas (Rubén, Nadia, Alejandra, Mile, Yesenia, Lesvy Berlin en CU)? Qué de aquellos que minimizan, apelando a la intención del agresor ("cuando agredía no tenía pensamientos lascivos"), la oscura violencia sexual ? Qué de quienes asesinan a periodistas? Qué país estamos permitiendo?
El sistema está para investigar, no para " justificar "
México gobernado por un narco-necrocapitalismo sin embozo, el patriarcado criminal, la desvergüenza...
The game of z-z-zombies. Sé que, al propio tiempo, es el país de las múltiples luchas, de los muchos heroísmos cotidianos, de las incasables apuestas por la justicia, asaltos diarios, y el encuentro, de las invisibilizadas pero luminosas resistencias.
Esta noche vuelvo a pensar en el Ángel de la historia de Benjamin y me anegan las lágrimas y me digo que no serán nuestra herencia la resignación ni el cinismo.
Coincido con aquellas y aquellos que piensan que ante la política de muerte que nos está imponiendo (no como "excepción" y "falla" sino como decidida línea de gestión de la vida social) el entramado entre gobierno, sectores dominantes del empresariado (legal e ilegal), aparato represor estatal, medios de comunicación dominantes y grupos fuertes de las derechas religiosas mexicanas, lo prudente, inteligente, realista (lo digo en serio) es plantearnos la expulsión del poder de ese amasijo oscuro de intereses y poderes tanáticos.
Son ya genocidas, enemigos de las mujeres, enemigos de los jóvenes, enemigos de los trabajadores, enemigos del patrimonio nacional y un largo etcétera. Creo que tenemos que estar a la altura del reto y tender puentes entre todas las luchas, y pensar e imaginar mucho. Quieren sembrarnos la desesperanza. Que la respuesta sea nuestra diversa y rica unidad.
–¿Qué es Malayerba?
–Somos nosotros. Y el narco nuestro de cada día. Así como hay un priísta en cada mexicano, aunque sea de izquierda, hay un narco en medio de cada mexicano. Esto creció y ya no se trata sólo de Sinaloa, del Norte, sino de todo el país.
Es este narco nuestro mirándose en el espejo, reconociéndose. Somos nosotros sufriendo y gozando el narco.»
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