9 | El viaje de Odiseo



9.


El ascenso  de Noé como el joven Perseo, Odiseo, u Aquiles de Río de Luz, el motivo para que fuera el judío en ascenso en los barrios, se debía a que. Representaba una afrenta contra el sistema, en plena época previa al zapatismo y a la guerra civil en la que se convertiría el país entre el narcotráfico y el pueblo. Algunos dirían que es el narco vs el gobierno,. Pero en algún momento se convirtieron en los mismo.
El as de la cuadra, el as de las de las canicas el as del deporte, el as del atletismo, el as del basquetbol, el haz de bajar de ahí hijo de la chingada.

Cuando Noé se mostraba indómito en el jugando fútbol llanero parecía que era una liberación de los hijos y los maridos que se sentaban a ver el fútbol sintiéndose todos director técnico; mientras las esposas hacían de comer o esperaban al marido llegar ahogado de borracho, traído arrastrando por los hijos después de la victoria, y varios cartones de caguamas de carta blanca.

No sabían que después vivirían con temor de no ver a su hijos llegar, sobretodo a sus hijas, no importa su edad, en una época en la que la alerta de género es lo más común. En el Estado de México, menos de Ecatepec, uno o el municipio más peligroso de todo México.


Y cómo afectaban a Noé estás cosas ? Esos triunfos, esas gambetas caracoleras, esas bicicletas como de Pelé o Romario, en cada barrida, cada penalti tirado al ángulo, cada sprint, cada robo de pelota y asistencia, cada que hacía un arco, cada que daba un pelotazo o tiraba con la zurda, de taquito o burlaba sin ver ?, -como por un sentido arácnido-. Eso es lo que hacía de ese chico un hombre de bien o le daba ese semblante frío, seco y esa sangre pesada?

El chico luego comenzó en la lucha de muchachos de su edad, la libre, le llamaban, donde todos los chavos querían estar; grandes, chicos, jugarán o no, sin importar su colonia o clase social, todos querían pertenecer a cualquier equipo de la liga libre llanera que jugaban en ell campo conocido como Los Vikingos, en Ecatepec, Estado de México, antes se convirtiera allá en la secundaria 76 en un nido de cucarachas del narco.

En la escuela había una porra para el Loco, el Autista, como le llamaban.
Le gustaba ponerse el Requiem de Moztart k626 Palau de ls música catalana Barcelona. The Monteverdi Choir the English Baroque Soloist. Amaba leer a Gardiner.

Al contrario de las demás porras como : "Motos, perro y calientes, x2, "arriba, arriba, la prepa de Insurgentes!!",  o "Snoopy se coje a Mafalda X2, arriba, arriba, la prepa Pedro de Alba!!", o el del ya conocidisimo Goya, Goya, ca-chun, ca-chun, ra, ra !!... Había otras porras sólo hechas para el semblante desenfadado y apacible del Loco y su concentración quirúrgica, que al mismo tiempo que cobraban las tribunas, o las rejas de la prepa agitaban, o el gimnasio o el estadio universitario se llenaba de alaridos, mentadas de madre y bufadas. Parecía que todo el eco del entusiasmo de la tributo rítmico de los espectadores se dejaban en su actos fríos y calculadores de todo lo que hacía. Fuera, fútbol, basquet, atletismo, lucha grecorromana, voleibol, tenis, ping-pong, ya gimnasia o fútbol americano, al que su padre le tenía miedo, ya que recordaba el bazukazo de San Ildefonso en 1968, cuando los militares de prácticamente despedazaron de un bazukazo la puerta de hace siglos, denominado a esto como un diálogo, orgia de muerte que para el jefe del Loco, empezó en el clásico de americano entre los águilas blancas del Instituto Politécnico Nacional, con su tradicional uniforme blanco y rojo, y ell azul y oro de los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, saliendo del estadio olímpico.
Los gritos que lo seguían a las en las graderías, lo que más evidente, no en los grandes torneos, regionales, nacionales o estatales, o como en la escuela nacional preparatoria donde incluso las porristas lo aclamaban y las portadas y porro, ese grupo al que debía uno tener miedo después del 68, eran admiradores del Loco, intentaban sus propias groserías llenas de inzultos a los contrarios, avventandole petardos, robandolos para darle un regalo all Loco, le hacíann olas, organizaban los autobuses para ir a los partidos y, si era necesario sacaban a los alumnos de sus salones y uno que otro profesor.
Lo que mucho d ellos ignoraban era que en su casa, en la cancha de tierra donde jugaba, retas de básquetbol con su vecino de Oaxaca, o fultbol con los vecinos, jugando fútbol llanero, o el celoso cemento del fútbol rápido, era donde el Loco sentía acogido, oía en su oído las portadas quietas y las frases de aliento o de admiración susurradas en la oreja, le gritaban : "Santo".  Asimismo las de alguna chava suspicaz que le dijera anota un gol, esperaré en la portería, para verla detrás de la horrenda y parchada reja de acero, que escondía a la linda niña, como detrás de un prisión, una gallinero improvisado, o la propia escuela.

Ese mismo día escucho la voz rasposa y unánime de una calamidad fria que le decía : "Y valiste verga pinche Loco". "Ya te cargó la chingada".

Cómo fuegos artificiales los gritos de aclamación para Noé Abraham, no para ti, ni para mí, sino para Noé, que fue ell Loco, para sus amigos. En la cima de la frenética adoración se escuchaban que alguien hacía sonidos como de metralleta, "ra-ta-ta-ta-ta-ta!!, Ra_ta-ta-ta-ta!!" Y no le preocupaba que fueran en el llano, o en esa ratonera gigante donde jugaba fútbol rápido, sino que se escucharan alguna vez en el gimnasio de la prepa, mientras jugaba con su impecable uniforme azul y oro.
La epidemia de Río, le dijeron después, pero se referían a él como ML, el Santito, o el Santo, El hombre araña, o simplemente El Araña mientras en la escuela ya lo creían un porro y le decían el Loco, mientras todos los adultos y niños que querían ser como él en el condominio lo llamaban respetuosamente, Abraham, o Noé.

El sentimiento falso con que muchas muchachas le gritaban o mandaban cartas el 14 de febrero, cuando subastaban chicos o chicas a cambio de un poema, un poco de dinero para la organización de unamigos, o a cambio de u as palabras simplemente, y así conseguían una cita a o unos minutos para hablar con la persona que les gusta. Parecía que anulaban en el Loco, al Autista, al Ido cualquier sentimiento de empatía o de amor hacia algo, ya ni siquiera a su madre quien muchas veces estaba trabajando para que la asociación que buscaba vivienda después del terremoto del 85, les diera un crédito y pudieran salir de la casa de lámina de metal y de ese cartón embadurrnado de petróleo que tenía la casa, hacían del baño en una cubeta y donde había un puso de tierra. Donde las ratas y las tuzas, se peleaban por las noches por algo de restos de cres vivían con miedo de que se comieran las ratas la cabeza, incluso los gatos, que le tenían un pavor a la muerte mientras dormían.




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